Cuando estas conectado a una cama de hospital pierdes el control de tu vida y dependes de los demás, del amor y el cariño de la humanidad, Yo tengo en las venas sangre de maravillosas personas que realizaron su donación.

Yo no comprendía lo que era mi enfermedad, mis padres lloraban por que no eran compatibles conmigo, tener un donador compatible era mi sueño y la esperanza de toda mi familia. Hoy soy una persona feliz por que la Fundación Comparte Vida nos consiguió un donador compatible que me a salvado la vida.

Sin duda alguna lo volvería hacer y no sólo porque fuera uno de mis hijos, si no para cualquier persona que tuviera esa necesidad de encontrar la cura en un trasplante de médula ósea. Emiliano al día de hoy es un niño sano y feliz que goza la vida a cada momento. Nosotros tuvimos una gran lección de vida a pesar de todo el sufrimiento que albergaban nuestros corazones.